- Serafín Abilio Martínez defendió ayer «ordenar» la construcción a lo largo de toda la costa asturiana. «Es necesario desarrollar un plan estratégico de calidad que permita el desarrollo equilibrado. Es decir, no se pueden construir 1.000 viviendas de segunda residencia en un municipio y ninguna en otro. Tenemos que llegar a un acuerdo para conseguir entre todos un turismo de calidad y evitar la especulación del suelo», afirmó.
Como este tipo de afirmaciones son las que yo mantengo desde hace años mientras observaba estupefacta como crecían como setas las urbanizaciones en nuestra costa, sin que mis interlocutores me concediesen la más mínima atención, llevo todo el día discurriendo qué es lo que ha cambiado para que hoy frases como la resaltada de Abilio merezcan portada.
Y la verdad, me cuesta encontrar una respuesta. Los problemas hipotecarios americanos nos quedan un poco lejos y sus sistema no es el nuestro, luego eso no es. Nuestras autoridades, calladas como muertas no tienen en perspectiva cambios drásticos, al menos que yo sepa, entonces, por qué?
Otra frasecita sacada del mismo diario:
- Pero como no hay mal que por bien no venga, Serafín Abilio Martínez quiere ver la parte positiva de este retroceso y afirma que «así también se va a evitar una especulación bestial en Asturias, que es de lo que siempre hemos querido huir».
A que ahora va a resultar, y lo digo completamente en serio y sin coña, que quien vela por nuestros intereses en el desarrollo territorial sostenible es la patronal de la construcción?
Los constructores quieren ser motor de la economía asturiana, pero piden permanentemente intervenciones públicas tanto en la licitación de obra pública, como en la elaboración de normas que no perjudiquen al sector, así que yo propondría directamente ya, que puesto que tanto los PGOU como los Especiales, los BIC, los ARI, etc. y todas las siglas que se os ocurran de este tenor, están permanentemente consensuados con este sector productivo y aun así no se acierta con las soluciones, que las propuestas se hagan con "luz y taquígrafos" por parte y parte y se tomen las decisiones en materia de Urbanismo sin cinismo y sin engañar a la población. Todos sabriamos a qué atenernos y saldriamos beneficiados.
Se pide un Plan, como si no tuvieramos bastantes ya, aunque se estén conculcando y buscando la manera de bordearlos, vease sino, el POLA. se pide por tanto, una vez más, intervención pública. Pero en qué quedamos? No somos liberales? no queremos mercado libre? Pues algo aquí no cuadra.
Qué criterios, de verdad, no de galería, han propiciado crecimientos como el del Municipio de Llanes o el de Ribadesella hasta ahora? Desde luego no el de fijar población, porque lo que prima es la segunda residencia y si me apuran, ni segunda, la residencia de verano, que en nuestra Comunidad son dos meses, si siquiera tres. Por tanto, si el mercado funcionase, es decir, si hay oferta de construcciones, y quien las compre, cual es el problema? qué hace que hoy la situación cambie? o será que tenemos que compartir los riesgos que se avecinan? o será que muchos asturianos, especialmente de esos municipios ya no están dispuestos a soportar colectivamente los gastos generales que supone mantener esas segundas residencias con los impuestos que pagan los que habitan la primera?
Este es tan buen momento como cualquier otro, para de verdad tener un debate serio al respecto y sacar conclusiones beneficiosas para todos