25 septiembre 2007

KIKE FIGAREDO RECOGE EL PREMIO DE LA FUNDACION BARBON

El jesuita gijonés Enrique Figaredo Alvargonzález, Kike, recogió ayer en Laviana el premio anual que concede la Fundación Emilio Barbón, por la labor que realiza en Camboya.

Kike Figaredo, un jesuita español nacido en Gijón en 1959, lleva trabajando dieciséis años en Camboya. En 1985 conoció de cerca la espantosa realidad de los campos de refugiados de Tailandia en los que se hacinaban camboyanos huidos de su país. A partir de entonces, Kike consagró su vida a los mutilados hasta instalarse definitivamente en Camboya en el año 1991.

En Phonm Penh funda “Banteay Prieb” (La Casa de la Paloma) en la que se imparte educación y formación a los mutilados por explosiones de minas. El padre Figaredo ha puesto en marcha talleres en los que los propios mutilados construyen sillas de ruedas siguiendo el modelo Mekong (silla con tres ruedas para adaptarse al terreno local), fabrican artesanía popular, y reciben formación profesional como electricistas o talladores de madera.

El 2 de julio de 2000, Kike Figaredo fue nombrado Prefecto Apostólico de Battambang. Esta Prefectura está compuesta por ocho provincias de Camboya, con una extensión similar a la de Portugal, y una población de cuatro millones de personas. Battambang es una de las comunidades más pobres y minadas del país y encabeza el triste récord de poseer el índice de mutilados más alto de Camboya, un mutilado por cada 90 personas.

En el siguiente enlace se puede leer una entrevista realizada por Javier Esteban cuya frase titular es “Lo importante es ser bueno”

Si algun galardonado y la labor que realiza tiene realmente vinculación con la trayectoria y dificultades superadas por Emilio Barbón ese es Kike Figaredo.

Alberto, esta vez si que habeis acertado. Enhorabuena

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Soy de los convencidos de que hay muchas razones para seguir trabajando en la construcción de un mundo mejor para la tribu humana. La extraordinaria labor de Kike Figaredo es uno de los mejores ejemplos a seguir y este premio puede y debe ser un acicate para que los poderes públicos y la sociedad asturiana se impliquen más directamente en iniciativas como esta.

Anónimo dijo...

Ser bueno, honrado y trabajador, tres cualidades del hombre nuevo. La pena es que hay muy pocos.

Anónimo dijo...

El acto de la entrega fue muy emotivo y con la presencia de mucha gente de Laviana que es un concejo solidario en sus paisanos y muy proyectado al exterior.
Voto porque el Principado colabore con esta inciciativa camboyana. Si tenemos 12 millones de euros para cooperación, apoyar a estos pobres del mundo, minusválidos a consecuencia de las minas antipersona y la guerra, alejados de nosotros 12.000 kilómetros, sería muy interesante. Además no tengo ninguna duda que la disciplina jesuítica llegue hasta el buen uso del dinero y la máxima rentabilidad. Espero que la no presencia de nadie de Cooperación en el acto sea un acicate para aceptar la iniciativa que algún amigo cualificado, al que no cito por prudencia, ha hecho llegar a otras instancias.
En ocasiones como esta vemos que existe algo más en este mundo que dinero y poder.
Montes, sentado a mi lado en el acto de entrega del premio, me decía lo mucho que admiraba a esta gente que teniéndolo todo es capaz de dejarlo y llevar una vida de apoyo y ayuda a los más débiles.
Quiero recordar una texto introductorio en el libro "El pez" de García-Salve, el cura rojo, que dice así: "Ser bueno es lo que importa, lo demás pasa".
Aún queda desprendimiento y generosidad en el mundo y se nos enciende la vela de esperanza.
Buen fin de semana solidario y gracias por incluir la foto y la noticia en el blog. Alberto.