04 agosto 2008

SALVEMOS EL BAU

Con ese título, Fernando Granda denunciaba este fin de semana en La Nueva España el deterioro que dia a dia sufre la preciosa ensenada en la que confluyen Barro y Niembro lamentando la poca atención que se le presta y cómo se está dejando morir por causas varias.

Yo no puedo aseverar cuales son las causas, pero si se porque la veo cada fin de semana desde hace más de 30 años que la vida en el Bau desaparece a ojos vista y que el nivel de arena y de algas (u lo que sea, pero de color verde) cada vez aumenta más.




Ejemplos sencillos: me cuenta alguien nacido en el pueblo que en tiempos hubo una fuente a la que se accedía por una rampa desde la orilla de la carretera, que aun se puede vislumbrar pero que está abocada a desaparecer debajo de la maleza y la arena.

Mis sobrinos ya no encuentran cámbaros ni por supuesto andaricas y ya no es tan habitual ver a los pescadores con los pantalones por la rodilla buscando gusana como preciado cebo para la pesca. Por algo será.

En el artículo, Granda dice literalmente:

"El Bau necesita vida. Se acaba de aprobar un presupuesto ministerial para
ensanchar la carretera que bordea sus aguas pero no se cuida de su belleza. Se
piensa en los automóviles, no en las personas que antes paseaban por su
contorno, contemplando el bello paraje que sirve de propaganda turística, que
llenaba de poesía las miradas del paseante. Ni los ministerios ni las
consejerías «del ramo» piensan en rehabilitarlo, limpiarlo, dragarlo,
conservarlo, hacer que vuelvan los cangrejos, los peces, los pescadores, los
niños con sus cañas para cámbaros, las piraguas, los turistas, los paseantes.
Costaría menos que arreglar los baches de esa bonita carretera por donde llevan
a San Roque o a San Pelayo todos los veranos hasta la iglesia de los mupis y
carteles turísticos".


Yo suscribo al cien por cien lo que escribe, pero matizo que no necesariamente han de estar enfrentados el adecentamiento y mantenimiento de la carretera, que ya existe, (no se va a hacer nueva y mientras constituya una vía de tránsito para vehículos y peatones, deben asegurarse las mínimas medidas de seguridad que ahora no tenemos) con adoptar medidas que favorezcan la vuelta de vida al Bau, y que conserve en el mejor sentido del término el paraje para mí más bonito del Oriente.

Cada mañana que acompaño a mi madre a su paseo matutino por ese paraje, pienso sin exagerar, que podemos estar jugandonos la vida, sin arcenes, sin aceras, sin delimitación ninguna entre el terreno de los viandantes y de los vehículos, que ni pintura en el asfalto tienen para delimitar los carriles izquierdo o el derecho. Disfrutar del paisaje en esas condiciones mientras caminas y cuidas que no te atropellen, resulta francamente dificil.

No servirá de mucho, pero yo también me sumo al grito de Fernando:

SALVEMOS EL BAU

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ni que decir tiene, que no hay persona ni propia ni ajena a estos parajes, que no este de acuerdo con lo que comentaba Granda en su artículo(demasiado escueto a mi entender) y con lo que dices tu. El problema al escribir sobre esto aquí, es si dejarme llevar por la amargura ante la aparente inoperancia municipal o abandonarme a la melancolía ( si Celso Amieva levantera la cabeza..).
Quedan lejos los días en que se inaguró la luz norturna de la iglesia, en los que, a la señora alcaldesa se le comentaron los problemas con esta carretera, y en los que se brindó a ayudar. Aun no hay frutos ( eso si , el famoso arbol que corre riesgo de caer sobre la carretera y ella vió ahí sigue).
Vivimos en una epoca en la que es politicamente correcto ( y en ese campo ademas rentable en votos) defender la lucha contra el cambio climatico, pero no nos damos cuenta, de que todo comienza por nuestra casa, nuestro jardín, y el municipio no deja de ser eso precisamente, el sitio más próximo paa intentar actuar.
Desconozco a quien compete en última instancia, el intentar buscar solcuiones a los dos problemas que tratamso aquí: el necesario dragado de la ría ( a mi humilde entender), y el encanche y mantenimiento de una carretera de mucho transito; no me puedo imaginar lo que beneficiaría a todos que hubiera una acera que permitiera pasear alrededor de la ría ( ya no pensando en algo como Misiego en Villaviciosa, vale que sea como la de Turanzas, o la que va de Balmori a Quintana) pero seguro, que si desde el ente público más cercano al ciudadano no se insta a más altas instancias,aunque sea cual mosca cojonera, los ciudadanos poco podemos hacer, aparte de llorar un poco en estas líneas. Y si es que ya lo hacen (lo cual pongo en duda) será mejor que busquen asesoramiento en marketing, porque lo que no se sabe, no existe,y si no nos consta su buen hacer, pues ya me contaras. Un buen político debería saber, que hay que 'vender' las acciones si las hay, incluso (mejor dicho, sobre todo) fuera de campaña.
Ya me lo decía cierto querido profesor, es que no leen a Maquiavelo.

Anónimo dijo...

Proteger nuestro patrumonio natural es bastante más que dictar normas proteccionistas que se incumplen en la medida y en el momento procesal oportuno cuando afectan a los intereses de los poderosos de siempre. Desgraciadamente salvar el Bau no esta en la agenda por la sencilla razon de que no genera plusvalias economicas. Hacer una acera es lo menos que pueden hacer ya se ha pagado mas que de sobra con las licencias de edificacón de las urbanizaciones de los alrededores.

Luheca Designs dijo...

Estoy de acuerdo contigo, ya está bien de llenar de cemento y hormigón a la pobre tierra asturiana, al final en vez de playas y praos solo vamos a tener cemento.
Besinos.