28 noviembre 2005

SIN ÁNIMO DE MOLESTAR

Hoy me han preguntado directamente, así a bote pronto, qué por qué había escrito en el primer post que iba a ser más beligerante, y en el segundo que amenazo con seguir. Y no supe qué contestar. Incluso me acordé de lo quedice la Filosofía de coaching personal "Todos tenemos dotes suficientes para poder alcanzar nuestras metas haciendo realidad nuestros sueños y deseos", para autoanalizarme y de paso intentar entender de qué me hablaba.

Francamente, primero me quedé perpleja, luego, algo preocupada, no demasiado, pero si lo suficiente para plasmar aquí y compartir lo que siento.

Perpleja porque de todos mis post, de la vieja blog y de ésta, y del post en concreto, alguien haya podido quedarse sólo con esa frase. Perpleja por las connotaciones negativas que igualmente me atribuyen. Y doblemente perpleja y preocupada, porque mis dotes de escritora quedan obviamente en entredicho y mi sentido del humor también, ya que no he sido capaz de transmitirlo, a pesar de añadir la onomatopeya "jajajaj". Y por último, porque está visto que aunque me he desnudado mentalmente a menudo en este medio, y que creía, ingenuamente que soy transparente y no escondo nada, pues los lectores aún no me conocen, o no soy capaz de transmitirles mi imagen real.

En fin, seguiré intentando que me conozcan, al menos un poco más, aunque ganas me entran de tirar la toalla. Y por tanto, como amenacé con seguir, pues sigo escribiendo.

Al hilo de lo anterior y aunque tampoco que tenga mucho que ver, (bueno, algo sí), quiero contaros, siguiendo la estela del blog de Enrique Castro, qué entiendo yo por "libertad de expresión".

Para mí es la capacidad que tenemos todos los individuos de manifestar nuestra opinión de forma clara, rotunda y sin manipular, acerca de cualquier asunto que llame nuestra atención y sin más cortapisa, además de las legales, que aquellas que nos autoimponemos para mantener la convivencia.

El se queja y con razón, de que ahora, la derecha nos quiere quitar la bandera de la libertad de expresión, pero yo le diría que no se deje enredar por si son galgos o podencos, si no que lo importante es avanzar.

Así que yo, como buena socialista, (o eso quiero ser, al menos), empiezo a predicar con el ejemplo y a intentar aplicar el mensaje de Pablo Iglesias:

“Sois socialistas no para amar en silencio vuestras ideas, ni para recrearos con su grandeza y con el espíritu de justicia que les anima, sino para difundirlas, para llevarlas a todas partes...”
Pablo Iglesias.




1 comentario:

Enrique Castro dijo...

Un abrazo Luz, y sigue escribiendo por favor.

Desde Santiago de Compostela, rosa de piedra.