Esta tarde me acerqué a Nava para testimoniar mi pésame y acompañar a una familia en un trance doloroso como es la muerte de un ser querido. Hasta aquí nada nuevo, ocurre todos los días, que a cualquiera nos ocurre.
Lo que no es habitual ni justo es que la desgracia se cebe en los mismos hasta límites que para mí pueden resultar insoportables.
Hoy falleció Luis Fernández Villa, hermano pequeño de Jose Angel, un joven de 50 años, pero a cuya pérdida sucede la de su hijo hace demasiado poco tiempo.
Es increible como a algunas personas parece castigarles con saña el destino, ya que si es difícil superar la pérdida de un hijo único, qué horizonte puede vislumbrar ahora su viuda? y su madre? pierde un nieto y ahora un hijo.
Lo siento, amigos, Jose Angel, Hermógenes, Angeles, Mª Jesús, me temo que las palabras no solucionan nada ni siquiera sirven de bálsamo, pero me apetece escribiros que lo siento mucho, que contais con mi consuelo, aunque parezca baladí.
Allí estaban hoy muchos personajes de la región, tanto de la política, todos los dirigentes del Psoe como Javier, Jesús, Benjamín, Luisa, Marisa, Bota, Alfonso, Celestino, les acompañaron, como del ámbito sindical, Justo de la union regional de Ugt o todos los compañeros del Soma, Mandi, Postigo, Castillejo, como de los medios de comunicación, Vaquero, Isidoro, Melchor, Secades de Hunosa, como los amigos del día a día, y muchos otros a los que no vi como compañeros de agrupaciones del Partido.
La vida no nos prepara para estos envites y por mucho que uno piense aquello de qué más nos puede pasar, está claro que siempre hay más.
Y aquí encaja la pregunta del título, cuanto dolor somos capaces de soportar? Está claro que muchisimo.
Aprendamos y tomemos nota. Tenemos fecha de caducidad y algunos a lo que se ve, muy corta.
Así que a disfrutar cada minuto que puede ser el último no nos agobiemos por cuestiones nimias que no son importantes.
CATAS 1 A 3
Hace 1 día
3 comentarios:
la verdad es que esta familia ha sufrido mucho con la pérdida de esi chabal, ¡y ahora esto!. Esperemos que no les ocurran más desgracias.
Jose Ángel tiene suerte de tener un equipo como el del Soma, que está ahí para apoyarlo en los momentos duros, almenos esa es la impresión que me ha causado cuando fuí a dar el pésame a la familia.
Dolor, inmernso dolor es lo que sentimos mucha gente con el sufrimiento de esta familia que siempre es solidaria con el padecimiento de los demás. Luis no te olvidaremos nunca.
Un detalle totalmente marginal: por diversos motivos me gusta ver esquelas, las costumbres de cada zona, los apodos, el orden de los que figuran. Muchas veces incluyen los parientes muertos con una cruz, pero es la primera vez que veo al lado del nombre de su hijo muerto no una cruz sino una palomina piquiñina, lo cual es coherente con la propia esquela del difunto.
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