29 enero 2006

CARLOS FERNANDEZ COLLADO

Qué buena idea la de Blanca y Manolo, invitando a nuestra tertulia de Enclave al Sr. Rector de la Universidad de Celaya en Guanajuato, México, aprovechando su estancia en Oviedo, en nuestra Universidad.

Así hemos tenido una oportunidad estupenda para compartir unas horas con una persona que por su trayectoria personal parecía merecer la pena, pero que una vez que lo conoces, realmente te das cuenta de que sí que es cierto que la inteligencia y el conocimiento, van casi siempre de la mano de personas cultas, elegantes y sensibles.

Yo hice un viaje por México en 1993, por algunas de sus ciudades coloniales, como Querétaro, Guanajuato, Zacatecas, Morelia, San Miguel Allende, San Luis Potosí, Dolores Hidalgo, y lo recuerdo como inolvidable porque fue la primera vez que iba a México y me dejó impactada. No solo el paisaje, sino el paisanaje fue francamente estupendo y yo disfruté muchísimo, pero la verdad es que este sábado antes de la comida, no me sonaba de nada el nombre de Celaya.

Obviamente, ahora, después de que Carlos F. Collado nos contara qué hace y a qué se dedica, y cómo se gestiona su Universidad; qué enseñanzas se imparten allí, porqué tienen convenios con Universidades de otros continentes, la importancia de la internacionalización y cómo se implican en la Educación de los chavales desde Secundaria, estoy segura que este nombre no se me va a olvidar.

Como soy curiosa, después de escuchar al Doctor Fernández Collado hablar con tanto entusiasmo del proceso de cambio que México necesita, busqué en Internet más información sobre él, y me quedé asombrada de que una persona con tanta proyección, resulte tan cercana y amena, y por supuesto que tenga como lema que en México nadie puede quedarse al margen, de hecho, copio un entrecomillado que se le atribuye: "en México no puedes darte el lujo de mantenerte al margen; el país no lo tolera, no lo permite ni es moral".
Y volví a recordar otro viaje, también a México, pero esta vez a la costa del Atlántico, a Veracruz, donde cómo casi me muero del susto por la persecución a que fue sometido nuestro taxi en el trayecto del aeropuerto a la ciudad, por parte de la policía. Aquello parecía sacado de una película americana, con sheriff de gafas oscuras incluido, pero no, afortunadamente terminó bien para nosotros, no tanto para el taxista, y no era una película, no, era la puritita realidad de un pais convulso, al que le cuesta modificar sus hábitos.
El Doctor Fernández Collado me produjo la impresión de ser una persona tranquila, sensata, pero sobre todo, optimista, y esto, aunque solo sea por afinidad personal, me gusta. Cree apasionadamente en el potencial de su pais y de sus gentes, le gusta recordar que tiene raices asturianas y que también sus hijos lo sientan, y trabaja para que México algún día sea un pais próspero, sin tantas diferencias sociales, en el que de verdad se produzca un cambio en la forma de gobernar y no solo un cambio en el nombre de los gobernantes.
Ha sido un placer y todo un lujo, compartir mesa y mantel y por supuesto intercambiar impresiones con Carlos Fernández Collado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me sumo a todas las buenas impresiones que relatas de nuestra sesión de Enclave y añado que también tuvimos la ocasión de escuchar un magnífico análisis de los problemas de la seguridad jurídica en México, a cargo de un joven licenciado en Derecho, Eliseo Ocampo, que actualmente está haciendo su doctorado aquí en nuestra Universidad de Oviedo.
Realmente fué una reunión estupenda, llena de humor y buenas vibraciones, una sesión en la que aprendimos, disfrutamos y nos quedamos con ganas de repetir. Y a la vista de lo difícil que resulta encontrar estos ambientes, recordar una canción de Siniestro Total: "Y menos mal que nos queda...Enclave"...

¡Enhorabuena a nuestra presidenta por su acierto! y ¡Viva México cabrones...!